Desde 2016, el cineclubcito boliviano es un proyecto de exhibición y encuentro con el cine latinoamericano, liberado y circulado en espacios culturales autogestionados en 6 ciudades de Bolivia gracias a colaboraciones logísticas y generosidades de cineastas. Es un gesto cinéfilo situado, que intenta preguntarse qué puede el cine en un territorio de relatos y cosmovisiones contrapuestas, marcado por la negación, el conflicto y la precariedad, pero también por el abigarramiento y el goce. Es un pequeño espacio donde es posible dialogar, pensarnos, mirarnos, conocernos y —a veces— reconocernos.